Humedades por capilaridad
La capilaridad se produce debido a un proceso natural que facilita que el agua y las sales minerales del subsuelo asciendan a través de los poros o capilares de los materiales de nuestra vivienda.
Al estar provocadas por el agua que asciende desde el terreno, las humedades por capilaridad suelen aparecer inicialmente en las plantas bajas y sótanos, para continuar subiendo por muros y paredes en función de la cantidad de agua que absorban.
Las consecuencias son manchas oscuras en las paredes, rodapies dañados, presencia de humedades en la base de las paredes, sales en las paredes y líneas de humedad.
Humedades por filtración
Las filtraciones son causadas por la penetración directa del agua en el interior de los edificios a través de paredes y muros y puede generarse por gravedad (en los techos) o por presión del agua (en paredes o suelo).
Las humedades por filtración tienen especial incidencia en sótanos y plantas semienterradas y la causa suele ser una mala impermeabilización o un aislamiento inexistente.
Las filtraciones de agua a través de muros y juntas se producen habitualmente en plantas subterráneas como sótanos, garajes, trasteros y muros de contención.
La manera que tienen de manifestarse es en forma de manchas. Dependiendo de la cantidad de agua que se filtre pueden aparecer gotas que pueden acabar formando charcos de agua.
Humedades por condensación
La condensación se origina cuando se condensa el vapor de agua existente en el ambiente del interior de nuestras viviendas.
Este fenómeno -condensación- es el que provoca las humedades por condensación y se producen cuando la temperatura interior de la vivienda es superior a la del exterior.
Este tipo de humedades son consecuencia de la mejora de los aislamientos de nuestras viviendas y se manifiestan generalmente en paredes y ventanas creando mohos, vahos y un ambiente húmedo e insalubre, así como presencia de ácaros.